Me fascinan los mejores cuentos cortos, por eso ahora te traigo este de La Sayona, es una leyenda con origen Venezolano. La historia cuenta de una chica extremadamente bella llamada Melisa, quien llegada la adultez se enamora y se casa con un hombre fascinante que le corresponde en todo. Fruto de este amor nace un nuevo integrante en la familia el cual alegra la vida al hogar.
Dentro del pueblo vivía un hombre muy mujeriego y mentiroso. Él estaba perdidamente enamorado de Melisa, la espiaba todos los días cuando se bañaba desnuda en el río, hasta que un día de tantos lo descubrió. Ella salió corriendo a esconderse pero desde lo lejos escuchó la voz de este hombre que le decía "solo estoy aquí para advertirte que tu esposo te engaña con tu madre". Cosa que obviamente era mentira.
Ella se sorprendió tanto de las palabras de aquel hombre que corrió a casa donde estaban sólo su esposo e hijo, y ardida en dolor le prendió fuego. Desde afuera ella y los vecinos podían escuchar los alaridos, gritos y lamentos obviamente de estar incendiándose su propio cuerpo.
Aunque llegaron los bomberos nada se pudo hacer, las llamaradas eran demasiado fuertes y costó mucho para apagar el fuego, sin más esperanzas vieron los cuerpos calcinados en la casa.
No contenta con eso, guardo un machete en la parte de atrás de la camisa y aún llena de ira, llegó a casa de su madre y le dio varias puñaladas. Las últimas palabras de la madre de Sayona fueron "Nunca te mentí. Cometiste un grave error, por eso yo te condeno Sayona"
Desde entonces a veces por el pueblo les aparece a los hombres nativos y visitantes mujeriegos una mujer hermosa pidiéndole fuego para prender un cigarro, pero cuando se abre el fuego verán un rostro tan horrible y espantoso a tal punto que los hombres mueren de infarto y a los que no los persigue hasta darles caza.
Dentro del pueblo vivía un hombre muy mujeriego y mentiroso. Él estaba perdidamente enamorado de Melisa, la espiaba todos los días cuando se bañaba desnuda en el río, hasta que un día de tantos lo descubrió. Ella salió corriendo a esconderse pero desde lo lejos escuchó la voz de este hombre que le decía "solo estoy aquí para advertirte que tu esposo te engaña con tu madre". Cosa que obviamente era mentira.
Ella se sorprendió tanto de las palabras de aquel hombre que corrió a casa donde estaban sólo su esposo e hijo, y ardida en dolor le prendió fuego. Desde afuera ella y los vecinos podían escuchar los alaridos, gritos y lamentos obviamente de estar incendiándose su propio cuerpo.
Aunque llegaron los bomberos nada se pudo hacer, las llamaradas eran demasiado fuertes y costó mucho para apagar el fuego, sin más esperanzas vieron los cuerpos calcinados en la casa.
No contenta con eso, guardo un machete en la parte de atrás de la camisa y aún llena de ira, llegó a casa de su madre y le dio varias puñaladas. Las últimas palabras de la madre de Sayona fueron "Nunca te mentí. Cometiste un grave error, por eso yo te condeno Sayona"
Desde entonces a veces por el pueblo les aparece a los hombres nativos y visitantes mujeriegos una mujer hermosa pidiéndole fuego para prender un cigarro, pero cuando se abre el fuego verán un rostro tan horrible y espantoso a tal punto que los hombres mueren de infarto y a los que no los persigue hasta darles caza.