En Devon, Inglaterra, de las mas famosas leyendas de terror de este país. Pasaba una noche más como todas en invierno, dejando las casas y calles llenas de nieve, pero algo inusual ocurrió en la noche ya que los lugareños se dieron cuenta de que había unas pisadas extrañas en la nieve.
No podían ser de un asno ni tampoco un caballo ya que estaban impregnadas con gran fuerza, además de que era una sola fila, incapaz de haberlo hecho por algunos de estos animales ya tendrían que haber saltado continuamente y con una sola pata.
Estas huellas se extendieron a más de 160 kilómetros de largo, siguiendo una línea semirrecta avanzando por la misma ruta sin importar ningún tipo de obstáculos, como coches, árboles e incluso techos de casas con más de tres metros de altura, lo que confirmaba una vez más que estas huellas no pudo haberlas hecho ningún animal.
Desde aquel incidente los habitantes de la zona le nombraron a esas pisadas "Las huellas del Diablo" ya que carecían de cualquier explicación lógica y pensaron que eran pisadas del mismo Lucifer para atemorizar al condado.
No podían ser de un asno ni tampoco un caballo ya que estaban impregnadas con gran fuerza, además de que era una sola fila, incapaz de haberlo hecho por algunos de estos animales ya tendrían que haber saltado continuamente y con una sola pata.
Estas huellas se extendieron a más de 160 kilómetros de largo, siguiendo una línea semirrecta avanzando por la misma ruta sin importar ningún tipo de obstáculos, como coches, árboles e incluso techos de casas con más de tres metros de altura, lo que confirmaba una vez más que estas huellas no pudo haberlas hecho ningún animal.
Desde aquel incidente los habitantes de la zona le nombraron a esas pisadas "Las huellas del Diablo" ya que carecían de cualquier explicación lógica y pensaron que eran pisadas del mismo Lucifer para atemorizar al condado.